Grecia ha quebrado. La Eurozona acude con una ayuda quejumbrosa y usurera, también una España que se desangra. Al olor de la hemoglobina los carroñeros especuladores se ceban con su cada vez más cuestionada deuda. La derecha ibérica celebra la sangría “por lo bajini” mientras intenta taponar sus hemorragias de corrupción. Los griegos se levantan. Las medidas de austeridad extremas se pagan con muertos en las calles atenienses y tijeretazos en las nóminas. Los ciudadanos de a pie no han provocado esta tragedia globalizada, pero son los primeros en asumir la catarsis. El terror se expande y los PIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España) avizoran su día de San Martín. También el Reino Unido con sus Hanged Parliement. Las bolsas de desploman mientras los especuladores y las agencias de rating sacan partido ante tanto desconcierto. Standard & Poors decide quienes son “normales” y quienes “pobres”. A España le ha tocado esto último y su deuda interior ahora vale menos. ¿Magia o especulación? Ante este panorama la pregunta es inevitable: ¿quién gobierna de verdad Europa o el mundo? Los ciudadanos no, tampoco los gobiernos, puesto que el programa progresista de Papandreu ha sido reconvertido en un brutal plan de austeridad sobre las espaldas del pueblo heleno. Posiblemente gobierne el Banco Central Europeo, ése que presta euros frescos al 1 % a unos bancos que luego rentan entre el 5 y 10 % usureando. Esas entidades financieras, principalmente alemanas y francesas que van a sacar un gran partido de la deuda griega mientras aquel pueblo se axfisia. Gobiernan, no nos engañemos, aquéllos que han hecho de la economía financiera seis veces mayor que la real. Loretta Napoleoni lo ha expresado bien en La mordaza: <<El apoyo de todos los bancos sólo consume riqueza. Los políticos no quieren admitir que el sistema no funciona y que debe cambiarse de forma radical>>.
El caso de España es paradigmático. El 5 de mayo José Luis Rodríguez Zapatero se negó a la petición de un Rajoy empeñado en ahorrar: <<No es una buena opción acelerar la reducción del déficit>>. El viernes 7 de mayo se reúne el Eurogrupo. España acude con un 11,2 % de déficit y un 20 % de desempleo. El Presidente del Gobierno español, circunstancialmente de Europa, afirma el sábado que se resiste a hacer un ajuste drástico del déficit. El domingo asiste a la reunión del Ecofin la ministra Elena Salgado. Sus colegas de los países ricos le piden una reducción del presupuesto de 30.000 millones de euros para 2010 y 2011, al final les convenció para reducir la mitad. Zapatero tiene que asumir ese recorte el lunes y pone en marcha la maquinaria de “tragar quina” en el partido primero, en los sindicatos y en los afectados por el futuro recorte después. El martes a las cinco (hora del té, hora taurina) le telefonea Barak Obama para aleccionarle cariñosamente de que está en el buen camino… El miércoles 12 será recordado porque el presidente más garantista de los derechos sociales se verá obligado a hacer el recorte social más drástico de la democracia española: congelar las pensiones, recortar colaboración exterior con los países en desarrollo y recortar el sueldo a los funcionarios en un 5 %. Los sindicatos rompen su idilio con La Moncloa, los empresarios aplauden los tijeretazos y una “derecha travestida de bermellón” clama contra el recorte de los pensionistas y se erige en “el partido de los trabajadores” (¡!).
Para entender todo esto hay que remontarse a las reuniones que el G-20 venía realizando desde el verano de 2007. Ante la amenaza de crisis financiera se conjuraron para evitar abusos. Desatada de pleno la carcoma, el presidente de la Comisión Europea Durao Barroso proclamó que no iban a consentir los desmanes de los financieros. Ya lo han hecho. Ahora los estados que se endeudaron para salvar a los grandes bancos de la quiebra son acusados por éstos de ser derrochadores. Los mercados imponen su ley y acechan a los países con riesgo. Grecia está perdida, España es una buena presa. No por su relativamente escasa deuda pública (70 % del PIB) sino porque la sociedad debe 6 billones de euros (el 390 % del PIB) y los bancos casi una tercera parte. Ya lo decía el informe de los eurosabios capitaneados por Felipe González: ¿dónde puede ir una economía que por cada 3 euros productivos pide prestados más de 50? El globo de aire ha explotado -en 2006 se construyeron 760.000 viviendas en España, 160.000 en 2009-…, o quizá no del todo; todavía queda por aclarar por qué los bancos en medio de este ciclón sacaron un beneficio de 17.000 millones en 2009, por qué 1.440 personas controlan el 80 % del PIB español, por qué 584 consejeros ejecutivos de las empresas del Ibex 35 cobraron un millón de euros de media en el peor año de la recesión o por qué hay 254.000 millones de euros pululando por la eurozona, principalmente en Italia y España…
¿Quién gobierna en Europa contra el pueblo? Al principio de la crisis parecía que los gobiernos iban a poner en cintura a las viscosas fuerzas financieras, pero ha ocurrido lo contrario. Ahora todos reman en la misma dirección: desmantelar progresivamente el Estado de Bienestar. Qui prodest? El eurodiputado verde Daniel Cohn-Bendit parece tener una respuesta… http://www.youtube.com/watch?v=nqno8H-mjeY&feature=player_embedded . A propósito, leo en un “blog conspiranoico” un presagio inquietante para la UE: “Se privilegió el comercio y las finanzas sobre la política y lo social y el resultado ha sido nefasto. Grises burócratas se encargan de dirigirnos con dietas de escándalo. El Tratado de Lisboa es un cadáver. Los revolucionarios agudizan sus armas…”. Al otro lado del Atlántico, al menos intentan poner algún pilarcito en su raquítico Welfare State. Obama ha sacado adelante una, no por rebajada menos histórica, Ley de cobertura sanitaria, ha amagado con poner en cintura a los bancos y a BP que ha inundado de chapapote el Golfo de Méjico. Al margen de los agobios occidentales, la Expo de Shanghai ha iniciado su andadura con una ceremonia grandiosa de pésimo gusto (marca de la casa). Menos mal que nos quedan estos gloriosos acontecimientos para recordarnos que podemos experimentar “una vida mejor” (lema del evento)… El género humano es sensible a las grandes escalas, no hay duda; una reciente encuesta revela que una mayoría de aragoneses están de acuerdo con la operación de llenar de casinos los Monegros.
