BITÁCORA DE UN NÁUFRAGO INDIGNADO



Desde una isla casi desierta, un Robinson en el océano de la globalización. Atento/conectado/indignado veo pasar el mundo nada indiferente. Una verbena, un gran guiñol, un despropósito… Mas no puedo huir del sinsentido; estoy enganchado al destino de los demasiado humanos. Estoy condenado a pensar el mundo y verterlo en palabras y lanzarlo al mar en botellas de ceros y unos.



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sábado, 21 de abril de 2012

RAJOY, ¿SENTIDO COMÚN O SINSENTIDO?


Uno de los leitmotivs de Mariano Rajoy y de su Gobierno es advocar la “sensatez” y el “sentido común”. La derecha española siempre ha gobernado aireando estos dos principios de salud mental. Los gobernantes derechistas desde 1939  lo han puesto de manifiesto. Franco impuso su sentido común a sangre, fuego y represión dejándonos una herencia de miserable retraso histórico en todos los frentes, aunque muy sensata, oiga. Tras el insensato Suárez (que no parecía de derechas) los insensatos izquierdistas tomaron el poder durante un largo periodo hasta que llegó la sensatez de Aznar, la del Prestige, la del Yakovlev 42, la de Perejil, por no hablar de una guerra en Irak que nos situó al lado del Imperio (había razones muy cabales para declararla, ante la inexorable amenaza de las armas de destrucción masiva…). Aquel gobierno vicepresidido por Rajoy se despidió con un descomunal ejercicio de sentido común en la gestión del atentado del 15-M. Ahora, tras el insensato Zapatero, padre de todos los desastres, ha llegado de nuevo el “sentido común”, ese que también advocaba Paco Martínez Soria para defender que los principios de siempre son los más cabales. Gracias a Dios que, tras años de tanta deriva de “modernismo”, ha venido a salvarnos el Gobierno Rajoy, poniendo las cosas en su sitio en la justicia, el aborto, la educación, la cultura y las relaciones laborales…

El buen juicio era necesario sobre todo en economía, que es la clave de nuestra redención como país en tan acuciantes circunstancias. Rajoy ha venido a salvarnos del acoso de los mercados, puesto que, como buen liberal, habla su idioma. De paso nos está liberando de los perversos sindicatos, de la dictadura de los trabajadores (han vivido con derechos de burgueses estas últimas décadas), de la clase funcionarial (los está metiendo en cintura) y de todos los subvencionados… Don Mariano ha hecho bien los deberes, que por ello se distinguió desde niño (tan bien educado)… Está cumpliendo mayormente con Bruselas, digo con Angela Merkel, digo con las exigencias de los acreedores, esos bancos alemanes que marcan el paso de la oca financiera caiga quien caiga. Ya han arrumbado a Grecia, Irlanda y Portugal, pero nosotros somos distintos, fuimos imperio y ahora nos están gestionando los hombres cabales que hicieron grande España. Estamos regidos por un hombre que siempre da la cara, un valiente que nunca huye ante los problemas, rasgo de su carácter de líder que los españoles necesitamos más que nunca. Él, como Churchill, nos exige sacrificios pero, como el viejo zorro inglés, avizora la victoria. Que la reforma laboral nos convierte en esclavos, veámoslo como la condición necesaria para crecer; los tremendos recortes en casi todo, también en sanidad y educación, son condiciones fundamentales para salir airosos y ahorrar dinero. Si hasta los ricos están haciendo sus sacrificios y esfuerzos…, porque el tándem Montoro/De Guindos les está obligando a sacar sus dineros del colchón a cambio de una amnistía fiscal, perdón, del “gravamen a activos ocultos”, como dijo el ministro de Hacienda con su gracejo andaluz.

Y es que tras la perniciosa, mendaz “etapa ZP” han llegado Mariano y los suyos a llamar al “pan pan y al vino vino”. Que no hay recesión, sino  “crecimiento negativo” o “severa desaceleración”, tampoco recortes sino “eliminación de gastos improductivos” o “reordenación de recursos” (como definió la Ministra de Sanidad al llamado “copago/repago”)… Ah, y esa calumnia de que las clases trabajadoras y hasta los jubilados están pagando los platos rotos es implemente “impacto asimétrico de la crisis”. El Notario Mayor del Reino (Gallardón) también llama a las cosas por su nombre, puesto que los límites a la ley anterior del aborto son en realidad una “defensa de la maternidad” y las medidas para asentar definitivamente el conservador statu quo en la judicatura una “apuesta por la división de poderes” tan mermada por las marrullerías socialistas, mire usted. ¿Recortes en educación?, no hombre no, racionalización y excelencia. ¿Desmontaje de las industrias culturales?, simplemente hacer productivo ese sistema regido por la subvencionitis (exclusivo y elitista, porque ni la agricultura ni la pesca ni la minería ni buena parte de la industria están subsidiadas… Tampoco el fútbol, aunque lo paguen las televisiones públicas). También se habla de los hachazos a la investigación (seamos sensatos: “esas cosas” no son tan necesarias en tiempos de crisis…). ¿Fuga de cerebros?, búsqueda de oportunidades en el extranjero, que ya era hora de que aquí asumiéramos la movilidad en esta era globalizada.

Claridad y sensatez en el frente internacional, que el PP sí sabe defender con bemoles los intereses españoles, por ejemplo ante la pérfida Argentina y, aunque la UE y EEUU miren a otro lado, estamos recuperando peso específico. También en los asuntos de casa; porque si hay disturbios, movilizaciones o algaradas, el Ministro del Interior salvaguardará el sacrosanto orden público, que para eso está cocinando una ley que proteja a la autoridad y a los policías de las hordas del 15-M (todo el mundo pudo ver cómo este movimiento se distinguió por su incivismo y extrema violencia) y de los anti-sistema de siempre. Cautiva y desarmada la oposición roja, incoados todos los mecanismos hacia la estabilidad y el crecimiento, la economía española se encamina hacia una era de prosperidad. Europa nos entiende, los mercados premiarán nuestros sacrificios y, tal como ha profetizado nuestro visionario Ministro de Economía (esta vez sí acertará, no como en Lehman Brothers), volveremos a ver brillar el Sol. No nos cabe ninguna duda, estamos pilotados por el más preclaro sentido común, ¿o es sinsentido? En cualquier caso, siempre nos queda la monarquía como reserva de cordura.
   
                                                                   Jaime Miñana              @jaimeminana



11 PALABRAS PARA UNA CATARSIS


O de cómo el Rey recuperó el favor de su pueblo


En el “mensaje embotellado” del pasado 8 de marzo escribí que Juan Carlos I era un experto en crear relatos heroicos a partir de lo que Jacques Lacan llamaba “la verdad”, que, como cabe esperar, es mucho más prosaica y a veces siniestra. Pues bien el episodio del elefante ha tirado por tierra todo este talento fabulador, atribuible al monarca o, visto lo visto, a sus comunicadores. Gravísima metedura de elefante la del Rey, pocos reflejos los de su equipo de imagen al principio… Quizá hubiera bastado con que contaran la verdad (aquí no había opción para nada heroico): José Antonio Zarzalejos la contó en El Confidencial. Hubiera bastado con dejar caer que el monarca se rompió la cadera haciendo “el salto del tigre” con una aristócrata rubia con nombre de filósofo y los españoles hubieran perdonado otra aventura más del lúbrico Borbón. Pero eso de cazar elefantes, especie protegida y tan simpática, siendo además presidente de honor de WWL-Adena…

Tras el desconcierto inicial, el equipo de comunicación de la Zarzuela reaccionó para escenificar una catarsis televisiva de contrición. Las ya célebres “11 palabras” (suena a cofradía de Semana Santa) parece que han recobrado la tan querida imagen humana de Don Juan Carlos. Una certera maniobra en un momento crucial, la historia heroica continúa, esta vez con lenguaje fordiano: Juan Carlos sale del marco de la puerta, se encuentra “casualmente” a los periodistas y escenifica con gesto compungido de niño el perdón; después se pierde por el fondo, ayudado por muletas, escoltado por el doctor en una fuga de héroe herido de western hacia territorio mítico. El Rey se ha reconciliado con su pueblo y allí estaban las televisiones elegidas –las oficiales, que propiciaron el pie de la magnífica interpretación: “Majestad cómo se encuentra”- para convertirse en testigos y difundidores. “Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir”, el sello de un nuevo pacto entre el monarca y sus súbditos, ¿o somos ciudadanos?

domingo, 15 de abril de 2012

EL REY DE LA SELVA




Hubo en tiempo en que la caza era la manifestación del poder y la destreza de los reyes. Hoy día, en tiempos tan políticamente correctos eso es una lanza que se vuelve contra ellos… Juan Carlos, que está en una deriva de hago lo que me da la gana, que ya he hecho mucho por España, ha pasado la línea roja. El tabú de la Monarquía intocable se ha quebrado, me temo que para siempre. El elefante, al contrario que en Estados Unidos, está llamado a convertirse en un símbolo republicano.

No es la primera vez que ocurrió en España, en el interesante falso documental El elefante del Rey se anticipa algo de todo esto… El protagonista es Alfonso XIII, el abuelo del actual Borbón reinante. A veces la ficción supera a la realidad. Compruébenlo.