BITÁCORA DE UN NÁUFRAGO INDIGNADO



Desde una isla casi desierta, un Robinson en el océano de la globalización. Atento/conectado/indignado veo pasar el mundo nada indiferente. Una verbena, un gran guiñol, un despropósito… Mas no puedo huir del sinsentido; estoy enganchado al destino de los demasiado humanos. Estoy condenado a pensar el mundo y verterlo en palabras y lanzarlo al mar en botellas de ceros y unos.



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lunes, 28 de mayo de 2012

GRANDES MENTIRAS, GRANDES HIPOCRESÍAS

El pasado día 19 de mayo hablábamos de La Gran mentira, la de ese iceberg podrido de las finanzas españolas que ahora emerge con su pestilencia. Hablábamos allí de cómo ese sistema se había sostenido con la concurrencia ventajistas de los partidos... De todos y de los sindicatos. Con la hecatombe empieza la ceremonia de la Gran Hipocresía: el PPOE se niega a investigar en una comisión parlamentaria clarificadora, los socialistas amagan algún gesto de exigencia de responsabilidades. IU exhibe la cara moralista cuando han sacado buena tajada, especialmente de Caja Madrid (miren las hemerotecas). Decididamente necesitamos una tabula rasa y mandar al exilio a casi toda la clase política.



sábado, 19 de mayo de 2012

LA GRAN MENTIRA


        
Decía Jacques Lacan que en todas las familias existe la “historia heroica” y la verdad, esta última casi siempre prosaica, inquietante, siniestra incluso. En la gran familia de la España democrática triunfante (post 1992), ha existido un relato heroico muy reiterado: el milagro económico, el país con más calidad de vida, la creatividad ibérica… En el clímax del periodo expansivo se esgrimieron superlativas afirmaciones refrendadas por éxitos deportivos: “superamos a Italia y vamos a por Francia, tenemos el mejor sistema financiero del mundo, construimos más casas que toda Europa Occidental junta, nuestras empresas triunfan en el mercado globalizado”, etc. Ese ciclo económico expansivo fue diseñado por el Gobierno neoliberal de Aznar, a través de la Ley del suelo de 1998, la liberalización del sistema financiero (hagan ustedes de su capa un sayo) y asumido con ingenuo optimismo socialdemócrata por Zapatero. Así pues, las cajas de ahorro de toda la vida se convirtieron en agresivas promotoras inmobiliarias, generosas repartidoras de hipotecas y sagaces tiburones del océano financiero. Los políticos entraron en su gestión reservándose, junto a los sindicatos, puestos en los Consejos de Administración, con sabrosas comisiones y VISAS oro. Mientras las cosas fueron bien, casi nadie cuestionó este relato, aunque muchos conocían los abusos, privilegios y prebendas que allí se otorgaban. La fiesta colectiva, el vino a raudales, como bien se sabe, ciega el entendimiento.
                Caídos aquellos ídolos de pies de barro, desvelada aquella falaz historia heroica, todos se rasgan las vestiduras. El desmoronamiento de Bankia ha sido la espoleta que ha empezado a volar todos esos mitos. La maquinaria mediática del PP, siempre tan certera, echa la culpa al Director del Banco de España -ese señor obsesionado con la reforma laboral mientras los cuatreros campaban en su predio-, que lo puso ZP… Por otro lado los socialistas y los sindicatos claman al cielo cuando ellos han participado del gran banquete o protagonizado episodios similares (¿recuerdan Caja Castilla-La Mancha?). El PPOE, con la connivencia sindical, ha utilizado las cajas como prolongación de las fantasmagorías de los gobiernos autonómicos que controlaban. No obstante, ha sido el partido del actual Gobierno quien ha propiciado la mayor falla financiera (madrileño-valenciana): la locura de Bancaja, campeona de la inversión del ladrillo o de entelequias como Terra Mítica o La Ciudad de la Luz y Caja Madrid, teatro de operaciones de la expansión inmobiliaria y de las banderías entre Gallardón y Espe. Hasta el gran mito pepero de la competencia económica, Rodrigo Rato, ha sido tragado por el agujero que él contribuyó a ennegrecer. Finalmente el gobierno neoliberal del PP ha ¡nacionalizado! su perla de la corona y ha dejado con las vergüenzas al aire al “saneado sistema financiero español”. Entre tanto, echándole la culpa al gasto público, Rajoy y Cia han desmantaledado el Estado de Bienestar y hora retornamos al punto de partida del 2008: la crisis de los bancos.
Esa mentira, proclamada por Zapatero y Rajoy, cuestionada en el extranjero, es el corazón cancerígeno de un régimen de apropiación de cajas que sostuvo los privilegios y delirios de grandeza de la “clase senatorial” (alianza de políticos, financieros y grandes empresarios). Es también el epicentro de la Gran Mentira a la que nos han sometido con la connivencia de los periodistas (tan incisivos ahora, ¿por qué no lo denunciaron antes?) y una buena parte de la ciudadanía que miraba con deseo las migajas de la Grande Bouffe. El caso es que los responsables de este desastre se van de rositas -con indemnizaciones millonarias incluso- mientras los contribuyentes pagamos la cuenta con recortes, co/repagos y sobreimpuestos. Qué curioso, cuando Gorigolzarri se ha hecho cargo de Bankia ha cambiado a los gestores políticos por técnicos. Esa es la clave del Gran Fraude de estas “décadas de progreso”, que hemos dejado la gestión en manos de los políticos y sus mezquinos intereses en detrimento de la excelencia y competencia profesionales. Y eso es aplicable, salvo honrosas excepciones, al tejido socioeconómico que controlaban los “senadores” (cajas, empresas de “participación pública”, obras faraónicas, etc.), prolongación de sus caprichos políticos. Esa mentalidad de señorito se extendía a la Administración (el Gran Cortijo), con tantas plazas ocupadas por designación partidista, contaminaba la universidad (regida por la endogamia de pequeño cortijo), empresas satelizadas y demás. Podemos aprovechar la hecatombe -esto es más que una crisis- para promover la genuina democratización y modernización que requiere el país, para pasar de esa mentalidad ventajista y clientelar (herencia de una inercia dictatorial) a otra donde imperen los méritos de competencia profesional. Los indignados han diagnosticado bien: es necesario un cambio de sistema, pasar página de esta lectura ventajista y bandolera de la “cultura de la Transición” (Fernández Savater) y jubilar una clase política infectada. Porque la mayor parte de los partidos (PPOE a la cabeza), organizaciones empresariales y sindicatos defienden ese podrido sistema que tendría que reinventarse con urgencia bajo nuevos presupuestos y nuevas personas. Para ello sería necesario un radical cambio ético y, habida cuenta de la condición humana (y de nuestra picaresca particular), una estricta normativa de control y fiscalización en la gestión de todos los fondos públicos y de los cargos con exigencia de resultados. No es fácil que los “senadores” abandonen sus privilegios, aunque quizá la ruina total cambie las cosas… Entre tanto, en Europa ya nos han calado (no se tragan más relatos quijotescos) y ojalá nos presionen para que desmantelemos del todo esta Gran Mentira, esa fastuosa fachada de cartón piedra que oculta el Patio de Monipodio. No han cambiado tanto las cosas desde los tiempos de Cervantes…

Jaime Miñana     @jaimeminana




viernes, 18 de mayo de 2012

20 AÑOS DE LOS FASTOS DEL 92


 Veinte años no es nada, dice la canción, pero en ese lapso han pasado muchas cosas por la Piel de Toro. El 92 fue la carta de presentación de España en la Modernidad secuestrada por Franco. Pero la modernización de este país sin Ilustración fue superficial, perviviendo las inercias autoritarias y ventajistas hasta conformar la cultura del pelotazo, el asalto bandolero a los bienes públicos por parte de la clase política, la especulación ladrillista, etc. Los ingentes fondos europeos fueron gastados en infraestructuras y en alimentar esta estructura ventajista de la "clase senatorial" (alianza de políticos, financieros y grandes empresarios). Salvo excepciones, no se aprovechó esa inyección de dinero para conformar un tejido constructivo competitivo... O, quizá no nos dejaron los que mandaban en Europa (Deutsland über alles) y se encargaron de desmontar nuestra agricultura, minería e industria a cambio de generosas dádivas... Así que cuando llegó el euro seguíamos depediendo de los productos industriales alemanes o franceses mientras nuestra burbuja ladrillista/financiera se inflaba hasta que explotó. Y así, veinte años después nos hallamos en pelota al sol turístico; aunque, eso sí, nos quedan buenas carreteras abocadas al deterioro, líneas del AVE con clientes que no pueden pagar el billete y muchos bares para olvidar tanta pena... En estas dos "gloriosas décadas" tuteladas arteramente desde el Maniken Pis, han florecido muchos listos que se lo han llevado crudo (ah, la picaresca, nuestro género por excelencia...) y ahora estamos pagando todos los ciudadanos la factura de tanto exceso... ¿Cuándo llegará de verdad la Modernidad a esta cueva de bandoleros? Lo curioso es que, a diferencia del siglo pasado, tan orteguiano, Europa no es ahora la solución sino el principio del problema...

PPINOCHO

El PP ha dejado en evidencia su doble alma. De un filo, el alma liberal le ha llevado al desmontaje del Estado de Bienestar (aunque la tremenda crisis les obliga nacionalizar bancos), el otro filo cortante se afila en la tradición autoritaria de la derecha española y se ha manifestado en el decreto para retornar RTVE al control gubernamental. Pero lo más llamativo es que el Gobierno popular (¿popular?) ha asumido el gran pecado que los pperos en la oposición achacaban a ZP: se ha convertido en un compulsivo mentiroso, de manera insistente con torpe manejo de los eufemismos, otras veces con escandalosas mentiras...


lunes, 7 de mayo de 2012

CAIDA DE FALSOS IDOLOS (RATO) Y RESURGIR DE UNA ESPERANZA (HOLLANDE)







                                                     Uno que cae...

Rodrigo Rato, el ministro aznariano que propulsó la ley del suelo que dio origen a la burbuja inmobiliaria muere por la explosión de la misma en Bankia. Esperemos que en el enorme agujero de la entidad madrileña se entierre también la maldita intromisión de los políticos (Aguirre, la campeona) en los asuntos financieros. ¿Por qué no se conjuran precisamente para pararle los pies a ese poder financiero que dicta las normas ahora por encima de ellos? Los mitos empiezan a caer uno tras otro. Uno de ellos, la competencia de este señor Rato que fue descabalgado del Fondo Monetario Internacional y tuvo la brillante idea de fusionarse con Bancaja para acumular más activos tóxicos inmobiliarios. La intoxicación era cuestión de tiempo.

Hollande puede ser la gran esperanza rosa vermellón para imponer de una puñetera vez la lógica política sobre la financiera. Aunque mucho nos tememos que las fuerazas fácticas de los bancos alemanes, y también galos, le llamen al orden y sus proclamas democratizadoras se queden en retórica. Ojalá no sea así, pero los socialdemócratas nos tienen tan acostumbrados a dar camelia por rosa...


                                           Otro que emerge...

sábado, 5 de mayo de 2012

UN PAÍS LLAMADO ALPHAVILLE




Afuera rugen tormentas tropicales mientras me sumerjo en el submundo futurista de Alphaville (Jean-Luc Godard, 1965). En esa distopía parisina regida por el Gran Hermano se habían prohibido las palabras importantes: porqué, amor, llorar y conciencia... Nos suena muy lejano, pero a mí las noticias que me llegan a la isla de la distante y cercana España me hacen pensar en un panorama próximo a la película del genio ginebrino. El Gobierno Big Brother del PP se ha empeñado en imponernos una cadena de eufemismos que impidan llamar a las cosas por su nombre (ver mi artículo de El Periódico de Aragón del 21 de abril). Se empieza así, se continúa controlando la televisión pública y se finaliza imponiendo una miserable dictadura que, eso sí, llevara el marchamo de liberal. Pues ya sabemos por el TDT Party que en España tras la máscara liberal se ocultan los huevos de la serpiente.