BITÁCORA DE UN NÁUFRAGO INDIGNADO



Desde una isla casi desierta, un Robinson en el océano de la globalización. Atento/conectado/indignado veo pasar el mundo nada indiferente. Una verbena, un gran guiñol, un despropósito… Mas no puedo huir del sinsentido; estoy enganchado al destino de los demasiado humanos. Estoy condenado a pensar el mundo y verterlo en palabras y lanzarlo al mar en botellas de ceros y unos.



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martes, 30 de julio de 2013

UTOPÍA

                             Capitanes de abril (María de Medeiros, 2000)


     La madrugada de San Fermín me asaltó un sueño extraño. Quizá azuzado por los últimos acontecimientos de Egipto, por el derrumbe de la vida púbica española, puede que abducido por las noches de canícula… No sé si a modo de terapia, me permito compartirlo con ustedes. Era en color, con banda sonora y escenas muy vívidas. En fin, una peli que cautivó mi atención por un tiempo que no sabría definir pero que se desarrollaba en el verano del 2014. Me desperté temprano –en el sueño- y puse la radio en una emisora que en vigilia había decidido vetar: RNE-1 emitía música pop española de los ochenta y no había noticias. Intenté cambiar de dial sin éxito…; de nuevo en la radio pública  el boletín de las ocho informaba que el país estaba bajo control de un directorio militar integrado por algunos coroneles y capitanes de mediana edad (eso explicaba el remix de pop ochentero). Recurrí a Internet, a las redes sociales… y me topé con el gran apagón. En TVE, única cadena activa, aparecía en esos momentos el portavoz del directorio, sin banderas ni retrato del Rey, tras un fondo de una atinada imagen de satélite de la Península Ibérica. Era un joven coronel de semblante relajado, de convincentes habilidades comunicativas. Comentó que la Operación Dignidad se había producido in extremis para poder “recuperar el impulso ético  de un país mancillado por los políticos, la corrupción e intereses espurios….”. Pidió excusas por la momentánea suspensión de algunas garantías democráticas (obvió la palabra “constitucionales”), insistiendo en que esto era transitorio y por razones estratégicas, pero que precisamente esta excepcionalidad lo que buscaba era recuperar la genuina democracia. Nunca tuve simpatías por los militares y mucho menos por sus incursiones políticas en este país, que tradicionalmente han sido para machacar al pueblo, pero esta vez me sorprendió mi empatía con lo que transmitía ese uniformado… Se despidió con una sonrisa indicando que a mediodía habría una rueda de prensa abierta a todos los medios en el Congreso de los Diputados.

          La situación en el país del sueño se había deteriorado gravemente. La economía no remontaba, la deuda y el paro disparados pendían cual espada de Damocles en contraste con otros indicadores económicos en catalepsia. Todo eran recortes, despidos y mermas en derechos de los trabajadores sin que fluyeran los capitales para reanimar el motor productivo. Pero era mucho más preocupante la situación política, con una abierta guerra en el partido del gobierno a consecuencia de las continuas revelaciones de Bárcenas (propiciadas por la conspiración Aznar-Gallardón-Pedro J). El PSOE también había estallado en banderías tras la decisión de Rubalcaba de presentarse como candidato para “salvar la estabilidad”. Por no hablar del jaque a la Monarquía con Urdangarín en la cárcel y algunos magistrados -la judicatura, como la prensa, era mayoritariamente cipaya- cercando a su esposa y presunto cómplice. Todo ello agrandaba la indignación en la ciudadanía empezando a cuajar los discursos más radicales. Surgieron grupos abiertamente fascistas, aunque predominaban cívicas propuestas regeneradoras para acabar con el Régimen de la Transición, sinónimo ya de corrupción, desigualdad y privilegios. Pero lo que nadie se esperaba era la vuelta del terrorismo, no del etarra, sino de varios grupos que enseguida fueron tachados de “antisistema”, si bien irían ganándose la empatía ciudadana por sus acciones nunca letales contra bienes de banqueros, grandes empresarios, elite política y alto clero. El más activo fue el Frente 12 de octubre, que irrumpió celebrando el día de la Hispanidad con la voladura del chalé del Presidente de un banco. Aunque no hubo víctimas, la acción fue un shock para la clase política y financiera. Por vez primera ellos sentían “el miedo que habían socializado entre los ciudadanos con sus injustas medidas”, según rezaba el breve comunicado de los “terroristas” que pretendían luchar contra este “Estado cleptómano de cohecho”.

        Se celebró por fin la esperada rueda de prensa con el citado portavoz rodeado de un grupo de uniformados que no superaban el rango de coroneles. Tranquilos y sonrientes, anunciaron que el país recuperaría progresivamente la normalidad, que el Rey “estaba informado”, que Gobierno y Parlamento quedaban suspendidos para propiciar un proceso constituyente que garantizase reglas de juego auténticamente democráticas. Para ello se celebrarían unas elecciones en tres meses bajo un sistema proporcional justo, listas abiertas y el concurso de todas las agrupaciones políticas que cortapisas; solo se vetaría a los candidatos implicados en casos de corrupción (incluyendo el Presidente Rajoy y buena parte de la clase política). Durante dos largas horas los militares respondieron con soltura a todas las preguntas de los periodistas sin restricciones ni evasivas, poniendo sobre el tapete un programa reformista que venían defendiendo las plataformas ciudadanas avanzadas. Los “coroneles bonitos”, como se les empezó a llamar, justificaban su recurso a la fuerza para neutralizar las “maniobras de los poderes oligárquicos”. No se equivocaban, las andanadas llegaron desde la Comisión Europea, el FMI, el Banco Central Europeo… Angela Merkel salió a la palestra para “exigir” la vuelta a la normalidad democrática sumándosele otros corifeos europeos mientras Estados Unidos callaba… Se sucedieron presiones muy fuertes desde instancias económicas y del “viejo régimen”, pero paralelamente grupos de ciudadanos activos neutralizaban esa ofensiva en el ciberespacio o presencialmente, blindando lugares estratégicos para la “causa del pueblo” coordinados con los “golpistas”, quienes nunca imaginaron un escenario tan propicio. Las presiones internacionales se reavivaron tras la noticia de que en Lisboa se había perpetrado otro golpe de mano de “los nuevos capitanes de abril” en sintonía con los hermanos ibéricos. Igualmente en Atenas estalló la rebelión, esta vez sin militares, y la plaza Sintagma se desbordó exigiendo el final de la dictadura de la troika. En ese momento me desperté con una extraña sensación. Pensé que todo era un despropósito, que el Ejército no era del 15-M, que los ciudadanos se resignaban impotentes, que la impostura democrática y la corrupción seguían allí supervisadas por las oligarquías financieras… Eran las ocho, encendí el televisor y me topé con el primer encierro de los sanfermines. Todo seguía igual. O no.


         Jaime Miñana.  Filósofo  (@jaimeminana)
           

2 comentarios:

  1. Cuanta razón tenía Calderón al cuestionar con sus reflexivas sentencias qué era la vida; seguro un frenesí, se decía. O tal ves se tratase tan sólo de una ilusión ennegrecida de sombra y ficción, donde los grandes bienes eran pequeños, los sueños simplemente eran sueños y que la totalidad de la vida era exactamente igual que el sustantivo más repetido en las precedentes palabras.


    No sé...hay algo que me dice que cuando un sueño se repite, se cumple. No me creo que tan sólo una minúscula gota en un océano, por supuesto una minoría con respecto a los 45 millones de litros que integran el total de hasta ahora un espacio caracterizado por la castañuela y pandereta, esté llevándonos no sólo por el camino de la amargura, sino por el de la desesperación, la desgracia, el empobrecimiento intelectual y moral, del engaño y de la división social... Y sí doy fe de la ilusión, del instinto de supervivencia, de la superación y del cambio a corto plazo que se vaticina, cercano a la esperanza. Hoy por hoy no pinta demasiado certero pero... parece que nos empezamos a sentir arropados unos con otros, que le estamos empezando a encontrar el encanto a eso de luchar en conjunto por una sociedad plena y llena de comodidades, que por otro lado ya disfrutadas.
    Queridos amigos, señores políticos... se siente!!! Ya conocemos la miel y darnos ajo ahora ya nos nos convence.
    Lo que todavía no se han dado cuenta es que, como seres pensante y no ignorantes que somos, estamos empezando a despertar de ese sueño, que hasta hoy seguramente pesadilla. Sueño que se hace realidad y que con armas fructíferas y difíciles de hacer perder alguna batalla estamos decididos a asegurar que lo bueno para uno es bueno para la comunidad. Cuidadito porque falta poco, y cuando todos estemos rozando este pensamiento, entonces arderá Troya. Y recuerden; quien juega con fuego se quema, se mezcla con las llamas y se monta un gran incendio.Vamos, que se lía parda!!!

    Freddy Cruguer estaría dando saltos de alegría en este país, de que nos durmiéramos y así formar parte de la pesadilla en Moncloa Street para siempre. La verdad, aunque simpre hay un final feliz, en el género de terror siempre quedará una puerta abierta a segundas sagas, donde el bicho malo nunca muere y donde los guapitos a priori son felices y comen perdices. Pero recuerden, los hijos de los hijos un día irán a veranear a esa casa abandonada en el lago y sin querer o por la incosciencia de uno de ellos, hará despertar de los laureles a quien un día desapareció.
    Que buen guión has originado en tus sueños, estimado señor Miñana. Por qué no lo materializas y se lo pasas a alguna productora de cine independiente? Me da a mí que sería éxito de taquilla y tal vez consiguieses que a las salas de cine le diese igual ese ascenso del 21%. Tendrían tantos beneficios que del 8 al 21 sería como "de en oca en oca y tiro porque me toca"....oaooo, que suerte diríamos!!!. Los cineastas, los empresarios, actores, directores descorcharían la botella. Las televisiones invertirían más y más...y aquí todo el mundo rico y millonario...
    Estimado señor, sí, todo sigue igual, pero le digo una cosa; en Pamplona cada día corren más y más personas. Todos van de blanco y llevan un pañuelito rojo en el cuello

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  2. Los sueños sueños son. a quien hay que tener miedo es a la injusticia, a la explotación... a la connivencia con un sistema que aprieta y encima ahoga.
    El artículo es 100% publicable. Si la prensa tiene miedo a la palabra, ¿en qué punto social nos encontramos? El Periódico debería considerar su postura y a postar por el debate plural de las ideas, por ser portavoz de ls opiniones elaboradas de los ciudadanos.
    Sigue pariendo porque es vida lo que nace.pvt.

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