Rosa Díez proclama en una
entrevista en El País el fin del bipartidismo y erige a su partido en una alternativa regeneradora. UPyD
se entiende en el marco de las maniobras del Régimen de la Transición para
evitar su debacle. No cuestiona la monarquía parlamentaria, no condena el
franquismo y pretende iniciar una serie de reformas que apuntalen el sistema dentro del
predio constitucional. UPyD tiene una cara razonable, la que presenta su
lideresa en la citada entrevista y otra más visceral que exhiben de vez en
cuando para sintonizar con los centralistas, cabreados con los grandes partidos
y demás. Pero Rosa es uno de ellos, una profesional de la política que lleva en
ella más de treinta años. Ahora ha lanzado el magenta, que está entre el rojo PSOE y el azul PP, pero en el fondo comparte la misma gama cromática ya desahuciada. Y es que UPyD propone un lavado de cara y a seguir como siempre.
Y esta crisis ha demostrado una cosa, que el sistema está podrido y hay que
empezar a construir otro autenticamente democrático desde los cimientos. En esa tarea sobran los oportunistas.
BITÁCORA DE UN NÁUFRAGO INDIGNADO
Desde una isla casi desierta, un Robinson en el océano de la globalización. Atento/conectado/indignado veo pasar el mundo nada indiferente. Una verbena, un gran guiñol, un despropósito… Mas no puedo huir del sinsentido; estoy enganchado al destino de los demasiado humanos. Estoy condenado a pensar el mundo y verterlo en palabras y lanzarlo al mar en botellas de ceros y unos.
Etiquetas
- Articulos (17)
- Artículos (23)
- Mensajes embotellados (71)